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domingo, 28 de febrero de 2010

CATASTROFE EN CHILE

Profesores de Puente Alto se deben integrarse mañana a sus labores luego de una conversación sostenida hoy domingo con ANTONIO LLOMPART y el Presidente del Colegio de Profesores. Aquellos establecimientos con dificultad se evaluarà situación, hasta el momento no se han encontrado fallas importantes en los establecimientos.
Aquel docente que no se encuentre en Stgo y no alcance a llegar le recomiendo ir a carabineros y colocar la constancia que acredite su dificultad producto del terremoto.
ARTURO PALMA ACUÑA
PRESIDENTE.

sábado, 20 de febrero de 2010

Chile, el laboratorio de los Legionarios de Cristo

El castigo que el Papa Benedicto XVI aplicó al fundador de esa congregación Marcial Maciel por abusos sexuales contra seminaristas, removió con particular fuerza a la elite conservadora chilena, pues líderes políticos de la derecha y los hombres más ricos del país adscriben al movimiento.
Si los años ‘70 y buena parte de los ‘80 estuvieron marcados por la teología de la liberación en América Latina, los ‘90 mostraron la oscilación del péndulo. El término de las dictaduras de seguridad nacional –lo que significó la retirada de la Iglesia Católica de la primera línea de defensa de los derechos humanos-, el derrumbe de las dictaduras comunistas en Europa Oriental y, por tanto la disolución de su valor referencial, una cierta crisis o hastío de la modernidad y el surgimiento de sociedades civiles más abiertas y liberales en materia moral y religiosa, son factores que permitieron que una franja importante de creyentes fuera ganada por una visión más conservadora de la fe. Obviamente el telón de fondo estuvo dentro de la propia Iglesia: el triunfo ideológico y estructural de un Papa como Juan Pablo II, un hombre del Este europeo, rígido, imperial, pero desgarrado por los fantasmas que cruzaron su Polonia natal, el nazismo y el comunismo. En este escenario de restauración –en muchos sentidos de contenido previo al Concilio Vaticano II, aunque postconciliar en aspectos formales- es que florecieron dos movimientos que han articulado a laicos y personal de vida consagrada: el Opus Dei, que civilizó al franquismo en los años ‘60, y la congregación de origen mexicano Legionarios de Cristo y su versión movimientista, Regnum Christi. Su discurso verticalista frente al Vaticano, expresado en obediencia al Papa, una posición más canónica o doctrinaria frente al dogma y además la capacidad de expansión en la sociedad, debido a su expresión laical, así como una activa inserción en la enseñanza, les permitieron a las dos organizaciones dar un importante salto en su influencia. Un rasgo clave tanto del Opus como de los Legionarios es que, casi al modo protestante, resantificaron el trabajo y la riqueza privada entendida –teóricamente- como fruto de la laboriosidad de las personas en armonía con Dios. De este modo enfrentaron al liberacionismo teológico e incluso a la Iglesia postconciliar, mundos que en los años ’70 y ’80 estaban más próximos a una visión socialista o comunitaria de la economía, donde –expresado en simple- los ricos tenían que desprenderse o repartir y no acumular. Para los Legionarios de Cristo, Chile era un buen laboratorio. Aquí se había configurado una poderosa elite empresarial, moderna, independiente del Estado, que podía mostrarse exitosa en la región, articulada con una derecha política autodefinida como católica wojtylista y con un nivel de adhesión electoral en torno a 40%. Por ello arribaron a comienzos de los ’80 –haciéndose cargo del Instituto Zambrano, que educa a sectores medios- y en los ’90 ya entraron a disputar el territorio que en las décadas anteriores administró el Opus Dei (naturalmente estas dos agrupaciones dejaron en el olvido experiencias católicas más fanáticas o integristas -pero también más marginales- de los años ’60, como Fiducia, Tizona y el incipiente lefevbrismo). A diferencia de la hoy prelatura formada por Josemaría Escrivá de Balaguer, hierática, hispanista y autoflagelante en sus prácticas rituales, los Legionarios ofrecieron un estilo o modo de vivir la fe más flexible. Como explica un sacerdote progre, los seguidores del sancionado Marcial Maciel, respecto de quien Roma tiene indicios firmes de haber incurrido en abusos sexuales a seminaristas, son algo así como un Opus versión light, desde luego más comprensivo con las vidas privadas de sus fieles, que no tienen necesariamente que ser santas si se vive en un mundo de pecadores… No es ajeno a esta distinción, dicen los observadores, el dato de que el Opus haya surgido de una España aislada entonces de Europa y los Legionarios de un México más tropical y de separación entre Iglesia y Estado. De partida, presentaron en Chile al mejor relacionador público, el comunicativo sacerdote John O’Reilly -constante figura en las páginas mercuriales de sociales-, que ha asumido la vocería en la crisis y que ayer negó que Maciel haya hecho aquello que, en los crudos hechos, ha admitido el mismísimo Vaticano. El activismo legionario tuvo éxito en la última década. Consiguió, por ejemplo, pasar a tomar el control –en una áspera lucha con sus fundadores- de la Universidad Finis Terrae, para competirle al Opus Dei y su Universidad los Andes, y convirtió a su colegio Cumbres en un top de educación de buena calidad, católica y cara. También creó una red de entidades sectoriales conservadoras con alto impacto en la prensa, debido a la cercanía del grupo medial de Agustín Edwards con la congregación. En esta trama para influir en la sociedad y en la agenda pública destacan Familia Unida, Gente Nueva y Generación Empresarial. Antes de ser alcalde de La Florida, el UDI Pablo Zalaquett se hizo conocido como portavoz de Generación Empresarial y columnista sobre moral de los negocios en La Segunda. Aparte de Zalaquett, que creó GE con Luis Hernán Cubillos, hijo del canciller de la dictadura Hernán Cubillos –hombre decisivo en El Mercurio durante los años ’70-, son figuras claves asesoras de Generación figuras como Carlos Cáceres, Jaime Bauzá, Jaime Bellolio, Ronald Bown, Ricardo Claro, Sergio de Castro, Alberto Etchegaray, Eugenio Heiremans, Cristián Larroulet, Guillermo Luksic, Patricia Matte, Luis Enrique Yarur y Cristián Zegers. En todo caso, no todos ellos son formalmente legionarios, ya que el núcleo duro de GE es el directorio (Eduardo Romo, Marisol Bravo, Andrés Ibáñez, Salvador Said, Guillermo Turner y Jorge Andrés Saieh, enre otros). No sólo el clan Edwards ha auspiciado la expansión de los Legionarios. Son de dominio público los lazos del movimiento con las familias Luksic y Matte, que constituyen dos de los imperios económicos más fuertes del país, así como con Juan Obach. Guillermo Luksic y Eliodoro Matte han valorado, en diversas entrevistas, la pata educacional de Regnum Christi y Legionarios de Cristo. Otra conexión de los Legionarios es con el grupo supermercadista Ibáñez. Según fuentes de Líder, la orientación religiosa de la Escuela de Servicios, donde se forma y adoctrina al personal del conglomerado D&S, está en manos de los Legionarios. A la revista Capital Nicolás Ibáñez le confesó su admiración hacia los Legionarios, “por la manera rigurosa en que sirven a Dios, su sesgo hacia la formación y educación, su modernidad, su espíritu empresarial y su tolerancia”. En otra entrevista, el cura O’Reilly definió así el interés por evangelizar a los ricos: “Ellos ayudan a generar los destinos de una nación, por eso es necesario formarlos en la ética y la solidaridad, para que compartan su tiempo, su talento y su riqueza”. Sin embargo, el propósito de guiar a los adinerados se complementa con la influencia creciente que los Legionarios han adquirido en la UDI y RN. Incluso le ganaron la partida al Opus Dei en la familia de Joaquín Lavín. Una hija del ex abanderado se integró como religiosa a los Legionarios en Roma, a pesar de que el ex alcalde es supernumerario de la Obra. Una señal de cómo las dos congregaciones disputan la religiosidad de las elites conservadoras.Maciel castigadoDespués de un proceso de más de un año de duración, la Santa Sede determinó hoy quitarle el ministerio sacerdotal a Marciel Maciel, líder de los Legionarios de Cristo, en castigo por haber abusado sexualmente de menores de edad.La noticia fue dada a conocer a través de un comunicado, difundido por la sala de prensa del Vaticano, que textualmente dice: “Tras haber sometido los resultados de la investigación a un estudio atento, la Congregación para la Doctrina de la Fe decidió –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del padre Maciel, como su delicada salud— renunciar a un proceso canónico, e invitar al padre a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre aprobó estas decisiones”. Antonio Roqueñí, experto en derecho canónico, indica que se trata de una suspensión a divinis, lo cual significa que el padre Maciel “ya no podrá celebrar misas en público, ni oír confesiones, ni tampoco dar la absolución”. Además, dice, la sentencia también impide a Maciel ocupar “cargos de gobierno en la Iglesia, incluso dentro de la misma congregación de los Legionarios de Cristo”.En el comunicado del Vaticano se señala que, desde 1998, la Congregación para la Doctrina de la Fe empezó a recibir “acusaciones” contra Maciel. Y éste, en 2002, “publicó una declaración para negar las acusaciones y para expresar su descontento por la ofensa recibida por algunos ex-legionarios de Cristo”.Todos estos elementos –agrega el comunicado— fueron “objeto de un examen maduro” que precedió al fallo del papa Benedicto XVI.

EL OPUS DEI

Mis Derechos Humanos más elementales, fueron violados
Por una ex numeraria auxiliar
El siguiente testimonio ha sido escrito por una mujer joven de Europa que experimentó directamente la penosa vida de una numeraria auxiliar del Opus Dei. El Opus Dei recluta mujeres jóvenes de zonas poco favorecidas económicamente, para que dediquen sus vidas a fregar, limpiar y cocinar para los numerarios de los opulosos centros de la obra. Y, además, se les exige una vida célibe con votos de pobreza, castidad y obediencia.
En su libro, "Tras el Umbral: Una Vida en el Opus Dei" (por María del Carmen Tapia, Ediciones B, 1992. En español puedes leerlo en
Carmen Tapia y en inglés, en ODAN), Maria del Carmen Tapia dice: "en esto el fundador del Opus Dei era inflexible. Es decir, una sirvienta nunca podía aspirar más que a ser una buena sirvienta…" ..."En otros países donde las numerarias y las sirvientas realizan esa labor en las casas de los varones de la prelatura, reciben un sueldo, pero bajísimo, y por supuesto ningún seguro social de ningún tipo. En virtud de la pobreza, esos sueldos van directamente a la caja de la casa donde viven y a las sirvientas no se les entrega dinero alguno porque se supone que, al tener que ir siempre acompañadas de las numerarias son éstas las que pagan los gastos que sean. Naturalmente cuando necesitan ropa o zapatos también se les compra, pero ellas no manejan dinero alguno."
ODAN y Opuslibros agradecen a la joven que ha compartido el testimonio de sus dificultades. Aplaudimos su coraje al hablar acerca de las realidades de la vida de una numeraria auxiliar.
Yo fui un miembro del Opus Dei durante siete años. Mi situación dentro del Opus Dei era definida como una "numeraria auxiliar."
Mi primer contacto con el Opus Dei surgió por un anuncio en la prensa local sobre una escuela de hostelería. Se ofrecía un certificado en administración del hogar y cocina a muchachas jóvenes. Las interesadas tenían que pasar por dos entrevistas, una en su hogar y otra en el centro del Opus Dei. En aquel tiempo había una fuerte recesión económica y mucho desempleo en mi país. A las candidatas se les garantizaban contratos fijos al finalizar el curso de cocina y servicio. Ese cebo influyó en la decisión de mis padres para enviarme a aquella escuela privada. Así que a la edad de 15 años empecé el curso de hostelería.
Cuatro meses más tarde, me convertí en numeraria auxiliar. Fui reclutada de la manera usual. Las asociadas del Opus Dei del centro me consideraban una "líder" y, por consiguiente, tenía muchas posibilidades de influenciar a otras muchachas. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que había una doble intención en lo que hizo que los directores del Opus Dei me diferenciaran de las otras estudiantes. Mi familia tenía un problema particular que yo había discutido con mi "directora" durante las llamadas "confidencias." No lo supe hasta muchos años después. Ella había comentado mi problema familiar con otras directoras de la obra, por lo que pusieron en acción un plan sofisticado para reclutarme.
Empezaron sugiriendo que rezara por mi familia, luego que me confesara semanalmente, comulgara diariamente y otras cosas. Me dijeron que si seguía la voluntad de Dios, la situación de mi familia mejoraría. Sin enterarme, yo ya tenía vocación; me dijeron que sería infeliz durante el resto de mi vida si no hacía lo que Dios me pedía y que, además, el problema de mi familia empeoraría. Yo estaba aterrorizada cuando "pité" como numeraria auxiliar en Roma durante la conferencia UNIV (la Conferencia UNIV es un evento en Roma promovido anualmente por el Opus Dei durante la Semana Santa. Participantes de todo el mundo son seleccionados para participar en esta conferencia. Típicamente, sólo aquellas personas que están a punto de unirse al Opus Dei son invitados a participar en la conferencia, junto con los numerarios que se esforzarán en que pidan la admisión. Se ejerce una presión tremenda sobre "los candidatos" para que se unan al Opus Dei durante esa semana.)
Cuando regresé a mi país después de la conferencia UNIV, me separaron de las otras estudiantes del curso de hostelería. Censuraban el correo que recibía y enviaba, controlaban mis llamadas telefónicas y revisaban mis pertenencias personales. Tenía que hacer una contabilidad de mis gastos a la directora y entregar el poco dinero que tenía. Lo que más me molestó durante ese tiempo fue cómo el Opus Dei vigilaba y dirigía mi relación con mi familia. Me decían lo que podía y no podía escribir en mis cartas y qué les debía decir cuando hablaba con ellos por teléfono. Siempre había una numeraria al lado cuando mi familia hablaba, y ella siempre me llamaba más tarde aparte para preguntarme sobre lo que había hablado con ellos telefónicamente.
No hay necesidad de decirlo, mi familia ignoraba totalmente el hecho de que me había convertido en un miembro del Opus Dei. La directora me dijo que se lo podía decir una vez el curso terminase.
Mientras tanto, también me dijeron que les mintiese acerca de lo que estaba pasando en mi vida cuando les visitase durante las vacaciones. Después de esas visitas a mi familia, los miembros del Opus Dei me interrogaban acerca del sitio donde había dormido, lo que había conversado y los periódicos que había leído.
Mi familia, lógicamente, notó un gran cambio en mi conducta. Desapareció mi forma de ser alegre y extrovertida. Me volví introvertida y sospechosa de todo.
Cuando el curso iba a terminar, ¡me instruyeron sobre cómo tenía que contarles a mis padres mi decisión inminente de unirme al Opus Dei! Cuando mis padres supieron la decisión que había tomado, se volvieron locos. Mi única respuesta a su infinidad de preguntas fue: "es la voluntad de Dios."
Apenados y tristes, mis padres dejaron que regresara para presentarme a los exámenes, con la esperanza de que cambiase de opinión. Pero sus deseos no se cumplieron. El Opus Dei me mandó a uno de sus centros con muchas numerarias auxiliares y unas cuantas numerarias para que me ocupase en la administración de casas y residencias de la obra, tanto para las de hombres como para las de mujeres.
Darme cuenta de mi situación como numeraria auxiliar finalmente empezó a afectarme. A mí nunca me contaron ni me hablaron de las responsabilidades y compromisos de una numeraria auxiliar. Solamente me habían dicho que las numerarias auxiliares y las numerarias eran lo mismo, aunque nuestro trabajo era diferente. Me empecé a dar cuenta de que mi vida dentro del Opus Dei iba a consistir en largas y duras horas de trabajo, sin absolutamente ninguna vida de tipo social. Además, estaba claro que no éramos, de ninguna manera, igual a las numerarias.
Ante todo, había diferencias materiales entre las dos clases. Las numerarias usaban ropa costosa mientras que las numerarias auxiliares usaban uniformes con un delantal blanco. Las numerarias auxiliares podían usar ropa "corriente" si salían del centro, pero normalmente era ropa de segunda mano, barata o vulgar. Las numerarias comían en comedores diferentes y su calidad de alimentos era mejor mejor; nosotras comíamos las sobras. Las numerarias eran servidas por numerarias auxiliares vestidas con un traje negro de mangas largas, de cuello blanco almidonado, puños, cofia y delantal. Las numerarias tenían mejor calidad de mantelería, ropa de cama, loza y muebles que los que usábamos las numerarias auxiliares.
Nuestras habitaciones y baños también eran diferentes. Las numerarias, normalmente, tenían habitaciones privadas mientras que las numerarias auxiliares tenían baños y dormitorios comunes. En los países donde había muchos miembros, como en España o Roma, las dos clases de numerarias, inclusive, tenían oratorios separados. Los oratorios de las numerarias eran más ampulosos, con adornos de oro; los oratorios de las numerarias auxiliares eran muy simples y de madera. Las numerarias auxiliares también tenían puertas diferentes para entrar en las casas del Opus Dei. Se llamaban "entrada de las sirvientas" y lo normal es que no estuvieran a la vista, sino en la parte de atrás del edificio.
Mientras que esas diferencias entre los dos grupos aparentemente "iguales" podían parecer significativas, había también otras actitudes que desconcertaban.
El
catecismo del Opus Dei define a las numerarias auxiliares de la siguiente manera, "hay otras numerarias que hacen el trabajo manual y de cuidado de la casa en las casas del Opus Dei quienes se llaman sirvientes. "Mientras que el término sirvientas ha sido suprimido y se usa ahora el término "auxiliar" o "numeraria auxiliar" (Carmen Tapia), la realidad es que sigue existiendo para las numerarias auxiliares en todo el mundo.
Las numerarias auxiliares son reclutadas usualmente de ambientes rurales, pobres y de bajo nivel educativo, mientras que las numerarias tienden a ser reclutadas de ambientes educados y más selectos. Las numerarias auxiliares nunca pueden ocupar cargos directivos ni pueden trabajar fuera de las casas del Opus Dei.
Carmen Tapia sugiere que el fundador del Opus Dei veía a las numerarias auxiliares como personas de inteligencia limitada o como él decía "con su propia mentalidad." Todos los miembros del Opus Dei reciben educación en los cursos anuales y la diferencia entre el tipo de educación ofrecida a los distintos tipos de miembros, refleja las diversas actitudes hacia ellos. Las numerarias reciben clases en teología, ley canónica y español mientras que las numerarias auxiliares reciben clases en higiene, lectura, escritura básica e instrucción religiosa elemental.
Escrivá también consideraba a las numerarias auxiliares como incapaces de sentimientos o emociones humanas. Por ejemplo, a las numerarias auxiliares se les permitía tomar entre sus brazos a bebés pero no a las numerarias. Escrivá creía que el instinto maternal de una numeraria podía despertarse abrazando a un bebe, pero pensaba que eso no le sucedería a una numeraria auxiliar. Pensaba Escrivá en las numerarias auxiliares no podría despertarse ese sentimiento.
Irónicamente, las directoras nos decían constantemente que nosotras -las numerarias auxiliares- éramos "las madres" de los miembros del Opus Dei. ¡Claro! Nosotras cocinábamos, limpiábamos y planchábamos para esos numerarios de la mañana a la noche, siete días de la semana, cincuenta y dos semanas al año, año tras año.
A Escrivá le gustaba llamar a las numerarias auxiliares "sus pequeñas hijas." Es bien sabido que él fomentaba en ellas una conducta infantil. Tapia dice que ella se sentía a veces avergonzada al ver a mujeres adultas actuar como si tuviesen trece años. Las directoras también nos incitaban a caer en esa conducta infantil. Después de haber pasado un tiempo como numeraria auxiliar, llegaba a ser un hábito difícil de eliminar.
Las numerarias auxiliares no podían nunca estar solas. Las numerarias tenían siempre que acompañarnos a donde fuésemos, dentro o fuera de los centros. No podíamos poseer o tener acceso a ningún dinero; las numerarias pagaban nuestras compras por nosotras.
Estas actitudes y condiciones formaban la base de mi vida en el Opus Dei. Mi vida era controlada y absorbida; tenía poco acceso al mundo exterior. Los periódicos que llegaban a nosotros estaban censurados y el programa de televisión que empezábamos a ver, a menudo se apagaba si ese programa se consideraba inapropiado para nosotras por alguna de las estrictas (fanáticas) numerarias que tenían poder para apagar o encender la televisión.
Mi vida claustrofóbica tenía poco espacio para la individualidad y la creatividad. Como muchachas rurales, a menudo éramos el objeto de las burlas de las numerarias. Dado que ellas procedían de ciudades, se reían de nuestros acentos, nuestro lenguaje y nuestras tradiciones.
Éramos a menudo las víctimas de su mal carácter, pero no se nos permitía hacerles correcciones fraternas. La directora, sin lugar a dudas, siempre estaría a favor de la numeraria y no de la auxiliar.
Viví una vida de conformismo y aleccionamiento. Empecé a hacer preguntas acerca de algunas contradicciones que veía, pero me "tranquilizaban" de inmediato diciéndome que iría al infierno por haber pensado esas cosas. Debido a mi falta de preparación, era incapaz de articular una respuesta.
Y un día, no lo soporté más. Era incapaz de entender las inconsistencias de mi alrededor. Empecé a preguntarme quién era Dios. Escrivá era más venerado que Dios mismo. A veces, llegué a sentir que pasaban semanas sin escuchar la palabra "Dios." Siempre era "El Padre" y "Nuestro Padre." Extrañaba al Dios que conocí antes de mi vida en el Opus Dei.
Una mañana lluviosa y con mucho viento dejé el centro del Opus Dei y a mis amigas numerarias auxiliares. La numeraria que me llevó a la parada de autobús, tiró mi maleta a la calle y se alejó sin ni siquiera decir adiós. No podía entender la conducta de esa persona que, aparentemente, estaba dedicada a Dios. Cuando subí al transporte que me llevó a mi familia me di cuenta que, mientras estuve en el Opus Dei, me habían quitado hasta la soltura de poder comprar un billete.
Llegué a casa, a mi familia que me perdonaba, herida, confundida, con culpa y disgustada. Poco a poco empecé a darme cuenta de que el mundo no era tan cruel o diabólico como el Opus Dei me lo había pintado. Había mucha gente buena fuera.
Durante un tiempo traté de superar mi estancia en el Opus Dei diciéndome a mi misma que todo estaba bien y que podía amoldarme. Sin embargo, dado que me habían quitado toda mi relación con el mundo y con las mínimas desenvolturas de la vida corriente, además de la confianza en mi misma, urgentemente necesité consejo y asesoramiento.
Después de un largo período de tiempo, recuperé lentamente el amor propio. Regresé a la escuela y terminé mi educación secundaria, fui a la universidad y obtuve un grado académico. Espero hacer una maestría en los próximos años. Ahora tengo un buen trabajo, un vehículo, casa y buenas relaciones.
Hay muchas numerarias auxiliares en todo el mundo que viven experiencias muy similares a las que yo he contado. Me duele que los derechos humanos de esas mujeres estén siendo quebrantados tajantemente por las actitudes y las reglas del Opus Dei. Sin embargo, el Opus Dei continúa justificando y permitiendo la existencia de ese tipo de situación que solamente puede ser descrita como la explotación de un grupo de mujeres vulnerables, en el nombre de Dios.
Sé de muchas mujeres infelices y perturbadas que están todavía en el Opus Dei dando todo por esa organización. Personalmente fui testigo de la auto mutilación de algunas de esas personas y todavía puedo escuchar su llanto apagado durante la noche. La depresión y trastornos en la alimentación eran habituales. Algunas numerarias auxiliares que por razones físicas no podían trabajar más fueron expulsadas sin ninguna explicación, sin dinero o casa a donde ir.
Muchas no hablan. Puede ser por su falta de preparación o por el sentimiento de culpa que les han inculcado. Muchas viven atemorizadas por miembros del Opus Dei y por la habilidad de estos para atacar por la espalda a quienes se atrevan a hablar en contra.
Mientras que hay mucha gente que es conciente de los métodos de reclutamiento usados por el Opus Dei y el tipo de vida en particular que los numerarios viven, la vida de las numerarias auxiliares usualmente es olvidada. Yo les ruego que por favor consideren las circunstancias en que estas mujeres viven. Tenemos que darles voz a este grupo de mujeres silenciadas, vulnerables y olvidadas.
No he hecho mucho hincapié sobre el castigo corporal (cilicio, disciplinas...) porque éste, al lado de los otros, no era la verdadera cruz en nuestras vidas. Tuvimos que batallar con cosas mucho peores.
Por favor, pensad las palabras del Acta de Derechos Humanos: Artículo 7: "Nadie será sometido a tortura o a trato o castigo cruel, inhumano o degradante. Artículo 8 (2): "Nadie será mantenido en la esclavitud".
Hay muchos otros asuntos que no he discutido. Sin embargo, he tratado de dar un bosquejo de la vida de las numerarias auxiliares. Por favor, recen por ellas.

viernes, 19 de febrero de 2010

SIMBOLOS DE LA DESTRUCCIÓN DE LA EDUCACIÓN EN CHILE

La Ministra Jiménez será recordada por siempre por los profesores y alumnos por el GRAN JARRAZO recibido gracias a María Música, simbolo de las luchas sociales.
Joaquín Lavín no sabemos aún como será recordado y cuánto tiempo se mantendrá en dicho cargo, pero en definitva la Alianza hace lo mismo que la Concertación CUOTEO POLITICO.
Profesores organicemos ven y colegiate JUNTOS SEREMOS MÁS, la UNIDAD es la FUERZA de todas las ORGANIZACIONES a Luchar por una sola causa ESTABILIDAD LABORAL y DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

martes, 16 de febrero de 2010

LA DERECHA FACISTA


LUCIANO CRUZ - COKE
Fuente: The Clinic N° 133 del 22 de Julio de 2004

lunes, 1 de febrero de 2010

LES DESEAMOS UN ENORME DESCANSO




Profesores el Colegio de Profesores de Puente Alto y Provincia les desea unas compuestas vacaciones con el fin de retomar un año arduo, se despide de Ustedes la Directiva y el Presidente del Colegio de Profesores.
ARTURO PALMA ACUÑA
Presidente Puente Alto.


VACACIONES


Profesores les informamos que nuestra sede en el mes de Febrero se encuentra cerrada por vacaciones de dirigentes y funcionarios, solo se encuentra vigente en la sede la oficina de Jurídica la que estara abierta en las mañanas de 09:00 a 14:00 horas y en las tardes solo aquellos casos citados por los abogados.